A medida que hacen su aparición nuevos test de detección del virus, más precisos y más baratos, y a la espera todavía de la total implantación de las vacunas, el sueño de volver a disfrutar de unas vacaciones reaparece en el horizonte.
Poco a poco se abre camino de nuevo la idea de viajar, pero son todavía muchas las incógnitas.
Una importante: ¿cómo de seguro es viajar en avión?, ¿y en tren o en autobús?
Ante la duda y las limitaciones de movilidad, muchos han optado por el vehículo propio para sus escasos desplazamientos (su uso se ha incrementado en Madrid un 42,3 por ciento, según datos del mes de septiembre), en detrimento del transporte público, cuya utilización ha descendido un 25 por ciento según esos mismos datos.
También la bici y otros vehículos de movilidad urbana han visto incrementado su uso (¡bravo!), pero qué pasa cuando nos planteamos grandes desplazamientos, ¿realmente está justificado el miedo a viajar a día de hoy?
Vayamos al punto de dolor. Si las medidas básicas son las que más nos protegen: mascarilla, higiene de manos y distancia social, ¿qué pasa con esta última en un avión, el tren o el autobús?
Vamos a analizar en estas líneas cada uno de estos medios de transporte más usuales: avión, tren y autobús. ¿Qué medidas se han tomado hasta ahora para proteger a los usuarios?, ¿en qué condiciones se viaja en las cabinas de estos aparatos?, ¿cabe asegurar que algún medio de transporte es más seguro que otro?
? Medidas vigentes en los medios de transporte: avión, tren y autobús. |
? ¿Es seguro viajar en los compartimentos de los diferentes medios de transporte? · Avión · Tren · Autobús |
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? Medidas Covid-19 vigentes en los distintos medios de transporte: avión, tren y autobús
Es cierto que en la actualidad son muy pocas las compañías de transporte aéreo y terrestre que han limitado el aforo en sus cabinas. Entre otras cosas porque no están obligadas a ello.
Según Vicente Secades, director de Viajes de Negocios, «solo algunas líneas aéreas norteamericanas han restringido la capacidad de sus aviones en los vuelos internos», frente a una gran mayoría de compañías que mantienen el aforo al completo.
Independientemente de que hoy por hoy los aviones viajen bastante vacíos, uno se pregunta si realmente hay razones para mostrarse tan confiado.
En el transporte terrestre, el panorama es muy parecido, ya que desde el primer momento se han mantenido los aforos completos en trenes y autobuses.
«Sí se ha optado por soluciones alternativas, como en el caso de Renfe, que ha suprimido el servicio de cafetería y los vagones de Preferente (donde siempre ofrecen más espacio al viajero), y los han reconvertido para Turista Plus», comenta el director de la agencia.
También las compañías de autobuses de servicio regular han optado por incorporar vehículos Supra, en los que también el espacio es más amplio.
En cualquier caso, está claro que la garantía de seguridad ―dado que el distanciamiento social no parece viable para mantener la solvencia de estas compañías― debería provenir de las medidas de higienización y mantenimiento actuales.
Llegados a este punto, seguimos con la misma incertidumbre, ¿viajo seguro en la cabina de un avión, en un tren o en un autobús?
? ¿Es seguro viajar en los compartimentos de los diferentes medios de transporte?
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) habla de la existencia de solo 44 casos de Covid-19 relacionados con vuelos, frente a los 1.200 millones de pasajeros que se mueven por el mundo.
Según el director general de IATA, Alexandre de Juniac, «el riesgo de contraer el virus dentro de un avión es similar al riesgo de ser alcanzado por un rayo».
En el caso del tren, las cifras son también alentadoras. De hecho, si se utiliza la mascarilla, el riesgo de contraer el coronavirus es de 1 por cada 20.000 viajes, es decir, una probabilidad de un 0,005 por ciento.
Pero veamos cada caso en concreto.
¿Es el avión el método más seguro para viajar?
A mediados del mes de octubre, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos publicaba un estudio en el que revelaba que son ínfimas las posibilidades de contraer coronavirus a bordo de aviones.
Así, la agencia de noticias Reuters se hacía eco de esta noticia, especificando que cuando un pasajero sentado en un avión utiliza la mascarilla, tan solo un promedio del 0,003 por ciento de las partículas de aire alrededor de su cabeza son infecciosas, incluso cuando todos los asientos están ocupados.
Si bien es cierto que para la prueba se asumió que solo había una persona afectada y no se tuvo en cuenta el posible flujo de pasajeros en cabina, se concluía que un pasajero tendría que volar más de 50 horas de forma continua en un avión con una persona infectada para contraer el virus.
Así mismo, este estudio realizado a bordo de los aviones Boeing 777 y 767 de United Airlines mostró también que las mascarillas ayudaban a minimizar la exposición a infecciones cuando alguien tosía, incluso en los asientos vecinos.
Entonces, ¿con una mascarilla es suficiente para estar en cualquier espacio cerrado?
No, realmente es muy importante cómo se ventila, en este caso, la cabina de un avión.
¿Cómo se ventila la cabina de un avión?
El flujo de aire en los aviones de pasajeros actuales es mucho más rápido que en cualquier interior normal, de un edificio, por ejemplo.
La mitad es aire fresco del exterior, la otra mitad se recicla a través de filtros HEPA del mismo tipo que los utilizados en los quirófanos.
Así se desprende de un estudio recién publicado por la Asociación Médica Aeroespacial de Alexandria en Virginia, Estados Unidos.
Según dicho estudio, los sistemas de ventilación de un avión intercambian aire del exterior y lo hacen circular a través de filtros HEPA, en mayor medida que los hospitales y laboratorios de nivel 3 de bioseguridad.
Estos investigadores dicen que se necesitan unos 6 minutos para eliminar aproximadamente el 99,99 por ciento de las partículas en el aire de un avión, en comparación con los 104 minutos de un hogar estadounidense promedio.
Además del volumen de movimiento del aire, los sistemas de ventilación están diseñados de tal manera que el aire de la cabina presiona continuamente hacia abajo, lo que dificulta que una gota infectada flote y se asiente en una superficie como un apoyabrazos.
En una simulación realizada en el mes de mayo de 2020 para un equipo de Antena 3, pudieron comprobar que «el aire en cabina de un avión nunca se estanca, se renueva cada dos o tres minutos. Entra por encima de los maleteros y por las salidas individuales, y siempre va hacia abajo, como haciendo un círculo».
El aire entra y sale de la cabina en la misma fila de asientos o filas cercanas. Hay relativamente poco flujo de aire hacia adelante y hacia atrás entre las filas, por lo que es menos probable que se propaguen las partículas respiratorias entre las filas.
¿Se sabe en qué filas del avión se corre más peligro de contagio?
Pero hay que hablar de probabilidades reales, porque existen.
Para calcular estos riesgos, los investigadores del estudio de la Asociación Médica Aeroespacial colocaron un maniquí en más de 40 ubicaciones diferentes en los aviones y lo equiparon para «exhalar» partículas fluorescentes rastreables y con etiquetas de ADN que imitan las gotas en el aire que transportan el virus.
Al mismo tiempo, instalaron sensores en 40 zonas de asientos diferentes para determinar cuántas de esas partículas infectadas podrían llegar a otro pasajero.
Descubrieron que los riesgos de infección son notablemente más altos si estás sentado en la misma fila que un pasajero infectado, o en las filas que hay delante o detrás de él.
Pero incluso en el caso de los pasajeros (simulados) que se sientan junto a uno infectado (simulado), los investigadores no pudieron encontrar evidencias de que un viajero pudiera inhalar «los 1.000 virones que se suponen necesarios para contraer Covid-19».
Por su parte, un estudio realizado en Australia sobre un vuelo con varios pasajeros con coronavirus confirmado mostró cuáles son las zonas del avión más expuestas al contagio.
El análisis se centró en el trayecto operado por Qantas Airways en marzo, que llevaba a 243 personas durante cinco horas de Sídney a Perth, en un Airbus A330. Entre ellas, había 11 viajeros con el virus: casi todos habían estado horas antes en el crucero Ruby Princess.
Según el estudio publicado en la revista Emerging Infectious Diseases, al menos ocho y hasta posiblemente 11 pasajeros contrajeron coronavirus durante el vuelo.
Los pasajeros que ya estaban infectados estaban divididos casi equitativamente entre la parte delantera y trasera. Pero los 11 nuevos contagiados se hallaban en la zona central del avión, en clase económica. De ellos, siete estaban en los asientos junto a las ventanillas, un hallazgo que contradice las afirmaciones realizadas previamente sobre un mayor riesgo en el pasillo por una presunta mayor exposición a los patógenos.
Por último, no olvidemos el contagio por contacto.
Algunos casos que se han estudiado tras infecciones inesperadas confirman la importancia de la higiene en las manos, al mismo nivel que el uso de mascarilla. Dichos estudios sugieren que una persona infectada puede propagar la enfermedad a través de las superficies de una aeronave.
¿Y en el tren?, ¿qué medidas se han tomado?
El tren, tan importante en los desplazamientos en nuestro país, también ha estado a la altura de las circunstancias.
Un estudio publicado por el Organismo de Seguridad Ferroviaria del Reino Unido (RSSB) ha demostrado que el riesgo de contraer Covid-19 mientras se viaja en tren es de 1 entre 11.000 viajes, lo que equivale a una probabilidad de menos del 0,01 por ciento. Y con protección de mascarilla es de 1 por cada 20.000 viajes, es decir, de un 0,005 por ciento.
En nuestro país, Renfe ha reforzado todos los procedimientos de limpieza y desinfección en todos sus trenes, y así lo ha certificado AENOR en los Ave, Alvia, Euromed, Intercity y Avantel.
Según estos protocolos, se contemplan todos los momentos en que un viajero entra en contacto con los servicios de la compañía, antes, durante y una vez finalizado su viaje, incluyendo el check-in, el acceso a los trenes, la distribución de los pasajeros, la limpieza y desinfección del interior de los trenes, así como las medidas de protección de viajeros y empleados.
Así, entre otras mediadas de limpieza específicas, cabe destacar una serie de actuaciones concretas:
- Sustitución de los reposacabezas de todos los asientos antes de cada viaje.
- Ejecución de una limpieza extraordinaria y ampliada cada cinco viajes aplicando desinfectante a todo el tren.
- Un equipo de más de 125personas garantiza la desinfección y limpieza de todos los espacios durante el viaje. Se ocupan del mantenimiento específico de aquellas plazas que quedan libres en estaciones intermedias, para dejarlas completamente higienizadas antes de ser ocupadas por otra persona.
- Incremento de la tasa de ventilación en el interior de los coches. En la actualidad, Renfe está haciendo 9 renovaciones completas de aire en la sala de viajeros a la hora (cada 7 minutos). Esta limpieza asegura la renovación completa del aire en los coches de viajeros.
Algoritmo en la venta de billetes
Por otro lado, Renfe ha apostado por una interesante medida de control con la introducción de un nuevo algoritmo en sus canales de venta de billetes de Ave y Larga Distancia.
Este algoritmo evita que las personas de diferentes compras viajen juntas, tiene en cuenta el estado de ocupación de las plazas cercanas y aloja a los viajeros de manera alterna, excepto cuando se compran varios billetes en una sola operación.
Así mismo, ha puesto en marcha un proyecto para controlar en tiempo real el aforo en las estaciones de Cercanías, con el fin de mejorar la gestión en el aforo de los trenes.
¿Es el autobús el medio de transporte más afectado por el Covid-19?
Es cierto que el transporte público se ha visto muy afectado en todas las grandes ciudades.
Según la encuesta realizada por la empresa de higiene tecnológica de España, Muuv, especializada en movilidad urbana, de la que se hace eco ABC, los taxis y las VTC son la primera opción para el 56 por ciento de los encuestados frente a otros transportes como el autobús o metro.
Así mismo, las ventas de vehículos usados de más de 15 años registraron una subida de casi el 30 por ciento en septiembre, mientras que el empleo del transporte público ha descendido un 25 por ciento.
Sin embargo, las cifras de contagios también parecen avalar el uso de transportes urbanos como el metro o el autobús.
Un análisis realizado por José Dionisio González y Samir Awad, miembros del Think Tank Movilidad de Fundación Corell, concluye que existe una probabilidad de contagio muy baja, muy similar a la que hemos visto con el tren.
No obstante, aseguran que «la contaminación del aire es una de las principales causas de mortalidad y un factor de riesgo importante para las enfermedades respiratorias y cardiovasculares agudas, entre las que se encuentra la Covid-19. El abandono del transporte público y el desequilibrio del reparto modal a favor del coche particular suponen un riesgo evidente al que no deberíamos exponernos como sociedad».
Por otro lado, una encuesta realizada por la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS) confirma que solo el 0,7 por ciento de los conductores se ha contagiado de coronavirus.
Esta encuesta realizada en la última semana de octubre revela que todas las empresas de transporte en autobús han implantado medidas de contingencia y seguridad para proteger a los trabajadores y usuarios, como la limpieza y desinfección diaria de los autobuses, el uso de geles hidroalcohólicos a bordo y la ventilación de los vehículos.
El aire se renueva en los autobuses cada minuto
La renovación completa del aire del interior de los autobuses, que los sistemas de ventilación realizan en intervalos de entre 90 y 37 segundos, hace posible que la ocupación de los autobuses al 100 por cien no suponga un riesgo adicional de propagación del virus, con la salvaguarda importante que supone el uso obligatorio de mascarillas.
Según un estudio reciente del CNTC, Comité Nacional del Transporte por Carretera, los sistemas de climatización de autobuses y autocares están diseñados para trabajar con presiones disponibles de aire en el entorno de 200 Pa y caudales de aire interior en el entorno de los 6.000 m3/h, conseguidos a partir mezcla de aire de recirculación y aire exterior.
Así mismo, un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, sobre filtros de aire en diferentes sectores y la posibilidad de eliminación del virus SARS-Cov-2, considera seguro el transporte público para el transporte de pasajeros en cuanto a transmisión aérea por SARS-CoV2, si se respeta la obligatoriedad de uso de mascarilla.
La información a los viajeros es otra de las medidas implantadas por el 84,3 por ciento de las empresas, junto con el uso de equipos de protección individual y la asignación de asientos fijos a los viajeros o la habilitación de separación entre trabajadores y viajeros, así como la implementación de sistemas para evitar las aglomeraciones en la subida y bajada de viajeros.
? Conclusión: ¿existe el medio de transporte más seguro?
Está claro que no podemos hablar de fórmulas infalibles o soluciones a prueba de fuego y, sin embargo, las cifras permiten conceder, al menos, el beneficio de la duda.
Es cierto que el sistema de ventilación de los aviones supera al instalado en otros medios de transporte como el tren o el autobús, pero estos ofrecen una ventilación directa más accesible para el usuario.
Pensemos en agrupar todas las medidas a nuestro alcance (las medidas de protección personal siempre por delante) y realmente la experiencia de viajar en alguno de estos medios puede ser, de nuevo, una ocasión para la relajación y el disfrute.
Lo más parecido a estar de nuevo y pronto de vacaciones.
Entre tanto, el transporte público puede ser una opción muy aceptable para soportar la gran ciudad (excepto quizá en horas punta?).
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